Mónica Sarmiento Castillo, bosque - espacios II, 1998, 122x100cm, óleo y mixta |
Su pintura, tica en vibraciones tranquilas, suele proponer representaciones visuales, accesibles a la sensibilidad estética: elegancia y armonía de los motivos, equilibrio y sencillez de los principios compositivos, libertad pero depuración de la paleta, la contemporaneidad de Mónica rechaza las estridencias y resulta conciliadora, relacionando, dentro de la actualidad plástica, naturaleza y cultura(s).
Mónica Sarmiento Castillo, Bosque y espacios7, 122x100cm, óleo y mixta |
Aunque ella manifiesta una notable versatilidad pudiendo llegar a la cuasi abstracción minimalista, sus orígenes ancestrales favorecen una imagen fuerte, densa en legados, elaborada en su tratamiento, la identidad de Mónica hunde sus raíces en la historia nativa, desde 4000 años a.C. Las culturas Valdivia, Machalilla, chorrera y otras costeñas que se desarrollaron y consolidaron recíprocamente, así la pintura de esta joven artista ecuatoriana ha asimilado y transformado las fuertes del pasado en la arquitectura paisajística de hoy. Vale señalar que, reflejando esa dualidad vuelta simbiosis, los títulos, a veces bilingües alternan o juntan el quechua y el español. En pocas palabras su pintura incluye referencias precolombinas ¿No llamó ella mismo precolombinos una colección de cuadros exhibidos recientemente?
Ahora bien, Mónica se limita a un solo patrón constructivo, ella multiplica las combinaciones espaciales, se desenvuelve con igual soltura en la verticalidad y la horizontalidad, alterna las rectas y las curvas, domina la sinuosidad y los entrelazados. Ella, en bosque y llanura, en monte y mar, en un discurso simultáneamente grafico y pictórico plasma la memoria de los diseños geométricos antiguos, de las planchas de piedra, de las pinturas corporales.
Mónica Sarmiento Castillo, Bosque y espacios7, 122x100cm, óleo y mixta |
Cabe señalar también la esencia y huella mítica de ciertos personajes, como la Mamacucha. No hay contradicción entre la interpretación contemporánea y la innovación sacra, el sincretismo constituye a la expresión identitaria del arte caribeño y latinoamericano, y la obra reciente de Mónica Sarmiento multiplica esas presencias sobrenaturales, poéticas y humorísticas.
El critico de arte Gerard Xuriguéra dijo, con gran acierto, de Mónica Sarmiento, que “ahora es quizá la heredera de una cultura milenaria, pero ante todo es ella misma, una artista independiente fiel a su proyecto, cuya obra solidaria y prometedora hoy, está lista para el mañana” Dos años después esta artista independiente a fortalecido su compromiso y cumplido su promesa.
Marianne de Tolentino
Miembro del consejo de administración de la Asociación Internacional de Críticos de Arte
Mónica Sarmiento Castillo, llactamantaI, 2003,60x80,mixta |